Lo de Polonia y sus recuerdos históricos siempre tienen un componente de tragedia que hacen comprender las composiciones románticas de su compositor de música clásica más famoso: Chopin. Ayer falleció el presidente polaco, Lech Kaczyński, y todo su gabinete (incluido el jefe del Estado Mayor del ejército y empresarios de alto nivel del país), en un accidente de avión cuando iban a homenajear a los miles de oficiales polacos asesinados por orden de Stalin durante la Segunda Guerra Mundial en el bosque de Katyn.
Tragedia sobre tragedia. Y es curioso que se produzca en el año en que los rusos reconocieron de forma definitiva aquel asesinato en masa que descubrieron los alemanes el 13 de abril de 1943 y que Stalin, aprovechando la guerra y dos años después los descubrimientos de los campos de concentración nazis, escondió echándole la culpa al ejército de Hitler.
Pasaron más de cuarenta años hasta que los rusos comenzaron a reconocer que algo habían tenido que ver, dando, por desgracia, la razón a los nazis cuando decían que ellos negaban de forma vehemente su culpabilidad; cosa que aprovechan algunos para negar de forma asquerosa los demás crímenes de las SS. Manipulaciones aparte, lo que es cierto es que los soviéticos eran aliados del III Reich cuando invadieron casi al unísono Polonia en 1939. Ayuda fundamental para que la Werhmacht pudiera conquistar aquel país, porque pese a lo que se cree la campaña polaca no fue tan fácil para los alemanes.
Parece que Polonia tiene gafe con Katyn. Justo cuando un presidente polaco iba a homenajear por primera vez en tierra rusa a los diez mil oficiales polacos ajusticiados por la NKVD -la policía política secreta soviética que más tarde se convertiría en la KGB-, su avión se estrella a cuatrocientos metros del aeropuerto de Esmolensko. Por eso hoy es día de recordar a aquellos soldados que murieron por orden del otro genocida de la Segunda Guerra Mundial, Josef Stalin, aunque ya sabemos que los vencedores siempre son menos malos que los vencidos, pese a que esté confirmada su misma capacidad de crueldad con el ser humano.
Documentación: artículo de la Wikipedia sobre la Masacre de Katyn.
Cine: crítica de la película de Andrej Wadja sobre la matanza; como no se estrenó en España, la puedes descargar desde aquí (aunque se ha publicado en DVD por si la queréis ver en ese formato).
Tragedia sobre tragedia. Y es curioso que se produzca en el año en que los rusos reconocieron de forma definitiva aquel asesinato en masa que descubrieron los alemanes el 13 de abril de 1943 y que Stalin, aprovechando la guerra y dos años después los descubrimientos de los campos de concentración nazis, escondió echándole la culpa al ejército de Hitler.
Pasaron más de cuarenta años hasta que los rusos comenzaron a reconocer que algo habían tenido que ver, dando, por desgracia, la razón a los nazis cuando decían que ellos negaban de forma vehemente su culpabilidad; cosa que aprovechan algunos para negar de forma asquerosa los demás crímenes de las SS. Manipulaciones aparte, lo que es cierto es que los soviéticos eran aliados del III Reich cuando invadieron casi al unísono Polonia en 1939. Ayuda fundamental para que la Werhmacht pudiera conquistar aquel país, porque pese a lo que se cree la campaña polaca no fue tan fácil para los alemanes.
Parece que Polonia tiene gafe con Katyn. Justo cuando un presidente polaco iba a homenajear por primera vez en tierra rusa a los diez mil oficiales polacos ajusticiados por la NKVD -la policía política secreta soviética que más tarde se convertiría en la KGB-, su avión se estrella a cuatrocientos metros del aeropuerto de Esmolensko. Por eso hoy es día de recordar a aquellos soldados que murieron por orden del otro genocida de la Segunda Guerra Mundial, Josef Stalin, aunque ya sabemos que los vencedores siempre son menos malos que los vencidos, pese a que esté confirmada su misma capacidad de crueldad con el ser humano.
Documentación: artículo de la Wikipedia sobre la Masacre de Katyn.
Cine: crítica de la película de Andrej Wadja sobre la matanza; como no se estrenó en España, la puedes descargar desde aquí (aunque se ha publicado en DVD por si la queréis ver en ese formato).