Como ya conoceréis los que leéis este blog, la guerra es uno de los hechos inherentes a la Humanidad. También sabréis que lejos de loarla, como hacen los amantes de la repugnante Historia romántica (aquella que se salta los hechos para contar batallitas y mitos que sean útiles para una determinada opción política), en esta bitácora se considera que los conflictos bélicos son crueles, sucios, terribles y horripilantes.
Sin embargo, no deja de ser algo tan humano que desde Manu Militari nos preguntamos sobre sus orígenes, su idiosincrasia, su desarrollo y la comprensión de la misma. Gracias a un lector, Luis, que nos solicitó en un correo electrónico una lista de libros para aprender sobre ella, vamos a publicarla de obras básicas sobre la guerra, que creo que es necesaria. La mayoría son clásicos en PDF y gratuitos, salvo la excepción de uno del que hablamos para comprar en papel, uno de los mejores que he leído en mi vida: El rostro de la batalla, de John Keegan.
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domingo, 17 de julio de 2011
sábado, 4 de septiembre de 2010
¿Y si el fundamentalista es cristiano? 'Las cruzadas vistas por los árabes', de Amin Maalouf

Un grabado musulmán de la época de la temible caballería árabe
Como veréis los enlaces hablan maravillas de estos libros, pero yo no pude dejar de introducir una aportación, que es un libro fundamental para poder comprender nuestra propia Historia desde el punto de vista del enemigo. Así que dejé este comentario, que aprovecho, porque estoy un poco vaguete, para enseñaros un libro que sí muestra la Historia desde allá donde no la imaginamos.
Si quieres aprender un punto de vista distinto sobre las Cruzadas, no puedes dejar de leer Las cruzadas vistas por los árabes, de Amin Maalouf. Aparte de divertidísimo de leer y fenomenalmente documentado, es una joya que todo amante de la Historia Militar debería haber leído puesto que contemplarse como agresor (fundamentalistas cristianos arrasándolo todo) cuando toda la vida has pensado que eras liberador (piadosos cristianos reconquistando Jerusalén) abre muchísimo la mente a la hora del estudio de esta disciplina.Toda una joya de libro. Ya os lo estáis perdiendo.
Y que conste que es un libro escrito en la época de la Guerra Fría, mucho antes de que el conflicto Este-Oeste virara de Norte a Sur y se convirtiera en algo religioso tipo Jihad-Cruzada como es hoy; así que no se puede leer como si fuera contra los europeos sino como un punto de vista peculiar y necesario. Aquí podéis ojear un resumen.
lunes, 9 de agosto de 2010
Arturo Pérez-Reverte: "Manolo, la bala y el talibán"
Nadie mejor que Arturo Pérez-Reverte para decir cuán asquerosa, terrible y desgraciada es la guerra y la esencia del ser humano en los conflictos. Nadie mejor que él. Pero en este artículo publicado este domingo pasado en el XLSemanal deja bien claro que a veces la buena intención de los pacifistas se convierte en papanatismo muy estúpido.
Estoy convencido de que tengo la misma opinión que Arturo Pérez-Reverte, que ojalá no existieran las guerras; pero también creo que son consustanciales al ser humano y que no se pueden evitar. Y que cuando se está en esa situación no se le puede pedir a tus soldados que sean menos crueles con los otros y que "maten menos", porque al final serán los nuestros los que pierdan la vida. Ojo, eso no implica, en ningún momento, que haya normas para hacer la guerra más civilizada en lo que se pueda e intentar evitar la mayor cantidad de injusticias si es que se puede. Un ejército con normas morales fuertes hace menos daño que los que no las tienen.
En todo caso, debéis leeros el artículo titulado Manolo, la bala y el talibán. A mí me ha encantado, pero sobre todo esta frase:
Fuente: XLSemanal.
Estoy convencido de que tengo la misma opinión que Arturo Pérez-Reverte, que ojalá no existieran las guerras; pero también creo que son consustanciales al ser humano y que no se pueden evitar. Y que cuando se está en esa situación no se le puede pedir a tus soldados que sean menos crueles con los otros y que "maten menos", porque al final serán los nuestros los que pierdan la vida. Ojo, eso no implica, en ningún momento, que haya normas para hacer la guerra más civilizada en lo que se pueda e intentar evitar la mayor cantidad de injusticias si es que se puede. Un ejército con normas morales fuertes hace menos daño que los que no las tienen.
En todo caso, debéis leeros el artículo titulado Manolo, la bala y el talibán. A mí me ha encantado, pero sobre todo esta frase:
"Los afganos son duros que te rilas, y mientras les vacías un cargador en la tripa son capaces de comerte los hígados y marcarse una jota baturra camino del Paraíso".Que los pacifistas no se olviden de eso... o mejor, que no tengan que sufrirlo nunca en sus propias carnes.
Fuente: XLSemanal.
viernes, 13 de noviembre de 2009
La Primera Guerra Mundial - La batalla de Paesschandaele
¿Te gusta la guerra por el heroísmo y las hazañas bélicas? Viendo este vídeo obtendrás una respuesta adecuada a tu tontería. Pero ten en cuenta que si tienes reparos en ver escenas fuertes, no se te ocurra visionar esta escena. No es necesario entender idiomas y no hay palabras para definir la estupidez y crueldad de la guerra, que de romántica no tiene nada de nada.
Vía: Youtube, comienzo de la película dividida en 14 partes (por gentileza de Antonio Varela, que lo buscó una noche de éstas y lo posteó en Facebook con esta frase: "El infierno en la tierra, eso fue la Gran Guerra. Y pensar que nuestra generación mata las horas pastoreando delante de un televisor viendo una serie tras otra...").
miércoles, 29 de julio de 2009
Una lectura obligada: Sun Tzu y 'El arte de la guerra'
Aprovechando que me voy de viaje una semanita a Málaga, os voy a dejar una lectura obligada para cualquier estudioso de los conflictos bélicos.
Es El arte de la Guerra de Sun Tzu. Un texto que tiene miles de años, pero que es de una vigencia extraordinaria, porque vale para cualquier situación conflictiva y es un excelente manual para navegar en el mundo de empresa.
Ya que no soy capaz de colgar el primer capítulo que os prometí del Manual de Historia Militar de 1929 español (os juro que editarlo cuesta un montón). Al menos os dejo algo interesantísimo que leer durante una temporada.
Es El arte de la Guerra de Sun Tzu. Un texto que tiene miles de años, pero que es de una vigencia extraordinaria, porque vale para cualquier situación conflictiva y es un excelente manual para navegar en el mundo de empresa.
Ya que no soy capaz de colgar el primer capítulo que os prometí del Manual de Historia Militar de 1929 español (os juro que editarlo cuesta un montón). Al menos os dejo algo interesantísimo que leer durante una temporada.
miércoles, 8 de julio de 2009
'Fog of War', reflexiones de Robert Macnamara
Antonio Blanco, un compañero de promoción de mi Colegio Mayor (el Diego Antonio de Covarrubias, para más señas) enlazó en Facebook este documental sobre las reflexiones de Robert McNamara, del que ya hablamos ayer, sobre el hombre y la guerra.
Me ha resultado muy interesante y un gran homenaje de Antonio a uno de los grandes pensadores del siglo XX, así que no tenía más remedio que mostrároslo aquí. Es un documental titulado The Fog of War (una traducción básica sería La niebla de la guerra, pero esta expresión se refiere más a la "incertidumbre, el caos o el desconocimiento de los resultados aplicables a cualquier acción bélica") realizado por Sony Pictures y subtitulado Once lecciones de la vida de Robert McNamara. Fue seleccionado como película oficial para los festivales de Cannes, Nueva York Centerpiece y Toronto. Es largo, casi dos horas, repartidas en once secciones en Youtube de unos diez minutos cada una; así que se puede ir visionando una cada día.
He visto poco, pero me ha dejado muy impresionado. Después de leer el listado de las lecciones que indica el ex secretario de Estado norteamericano a uno le da la impresión de que estamos viendo el documental más cercano a lo que es El arte de la guerra de Sun Tzu pero aplicable al siglo XX (y es de suponer que son lecciones muy válidas para el XXI).
Mucha sabiduría en un hombre que, no olvidemos, fue derrotado por la propia guerra que él inició para solventar un problema. Una solución en la que él creía como la menos mala, pero que se le escapó de las manos. Muchas lecciones vitales, que son, según el documental:
1.- Empathize with your enemy (Sé empático con tu enemigo).¿Qué opináis de lo que nos cuenta McNamara? ¿Son buenas lecciones o son excusas por su fracaso? Vosotros alimentad este blog con ese debate y lo pasaremos bien. No tengo ni que deciros que la visión de este documental es imprescindible para comprender el siglo XX, la Guerra Fría y la visión de los políticos sobre los conflictos bélicos y las consecuencias de sus actos.
2.- Rationality will not save us (El raciocinio no nos salvará).
3.- There's something beyond one's self (Hay algo más allá de uno mismo).
4.- Maximize efficiency (Aumenta la eficiencia).
5.- Proportionality should be a guideline in war (La proporcionalidad debe ser una regla estricta de la guerra).
6.- Get the data (Ten la información precisa).
7.- Belief and seeing are often both wrong (Las creencias y suposiciones suelen estar equivocadas).
8.- Be prepared to reexamine your reasoning (Estate preparado para reexaminar tus razonamientos).
9.- In order to do good, you may have to engage in evil (Si quieres hacer el bien, a veces tienes que hacer el mal).
10.- Never say never (Nunca digas "nunca".)
11.- You can't change human nature (No se puede cambiar la naturaleza humana).
martes, 19 de mayo de 2009
El ridículo español ante Federico el Grande

Tropas prusianas de Federico el Grande
Estoy leyendo con bastante interés el libro de Jesús Hernández ¡Es la guerra! Las mejores anécdotas de la Historia Militar, que da nombre a su blog. Este periodista e historiador es uno de los mejores escritores españoles en el sector de la Historia Militar. En su curriculum tiene varios libros sobre la Segunda Guerra Mundial y también se ha acercado a la Gran Guerra del 14 y la Guerra de Secesión Estadounidense.
El caso es que el libro que tengo entre mis manos es una compilación de anécdotas militares divididas por épocas históricas explicadas de forma muy sucinta; es altamente recomendable. Una de ellas me llamó poderosamente la atención porque muestra las razones de que España estaba dejando de ser una potencia militar de primer nivel en aquella época, más o menos la mitad del siglo XVIII.
La anécdota es un pie de página, pero es ilustrativa:
Los éxitos fulgurantes del Ejército prusiano despertaron la atención de toda Europa. A Prusia llegaron representantes de la mayoría de reinos europeos, interesados por descubrir las claves que habían hecho de ese pequeño ejército una fuerza tan temible.
España envió a Juan Martín Álvarez de Sotomayor, con la misión de recoger todos esos datos para que pudieran ser luego aplicados al Ejército español. Cuando Álvarez se presentó ante Federico, el monarca prusiano evidenció su sorpresa porque fuera precisamente España quien se interesase por sus revolucionarios métodos militares.
El rey reconoció que buena parte de las innovaciones aplicadas en su ejército provenían de un tratado español llamado Reflexiones militares, [del marqués] de Santa Cruz de Marcenado. Los once tomos en que constaba la obra los tenía en un lugar bien visible de su despacho. El representante del monarca español, ruborizado, tuvo que admitir que no conocía la obra, ante la sorpresa de Federico.Aquel marqués era Alvaro Navia Osorio y Vigil -entre otras cosas fue el fundador del Regimiento Asturias que aún existe-, que murió en 1732 cuando Federico tenía 20 años. Los españoles, muy dados al cainismo, obviaron ese tratado que tantos éxitos había dado al pequeñísimo pero disciplinadísimo Ejército de Prusia. Quizás tuvo que ver el cambio que los Borbones provocaron en las tropas españolas, que pasaron de organizarse en Tercios a Regimientos. Una de mis teorías es que cuando una serie de ideas extranjeras se imponen a las propias de un país -como ocurrió en la España que pasó de los Austrias a los Borbones, aunque éstos trajeran modernidad-, éste se bloquea y tarda mucho en asumir lo nuevo. Por tanto hubieron de pasar muchos años para que los españoles volvieran a tener una eficiencia más o menos decente. Y duró poco, porque después de la Guerra de Independencia, la ruina fue tan total que se tardaron doscientos años más hasta volver a ponernos en la zona de vanguardia como en la actualidad.
La anécdota que nos cuenta Jesús en su libro termina (como dice la Wikipedia) en que el rey prusiano, al ver azorado al embajador español y para que no se volviera con las manos vacías, cedió una marcha de granaderos al rey de España. Al parecer esa composición sería nuestro actual himno nacional. Cosas que tiene la vida.
jueves, 13 de noviembre de 2008
¿Fueron efectivos los bombardeos civiles en la Segunda Guerra Mundial?
En este artículo de Periodista Digital el profesor Fernando Paz se pregunta sobre la eficacia del bombardeo de objetivos civiles en la Segunda Guerra Mundial. En el mismo se puede ver un vídeo de una entrevista de casi nueve minutos al experto [por cierto, que alguien le diga al cámara que deje de moverse, que el estilo dogma no sirve para la información, y a la periodista que se prepare mejor las preguntas para la próxima vez].
La teoría del bombardeo aéreo sobre civiles es del general italiano, Giulio Douhet, que afirmaba que con un bombardeo de 48 horas bastaba para que la población civil de una ciudad saliera despavorida. Ésta fue recogida por los teóricos de la guerra aérea británicos en el periodo de entreguerras, con la conclusión de que la Guerra Aérea contra civiles podía derrotar por sí sola a ún país enemigo, pero no fue efectiva en la Segunda Guerra Mundial. En realidad, no lo fue hasta los bombardeos de Iraq y Serbia en los años 90, ya que se necesita una conjunción de alta tecnología y poca capacidad de sacrificio de la población bombardeada -que se consigue con una elevación importante del nivel de vida- para que una campaña aérea funcione sin necesidad de invasión terrestre.
Fernando Paz también indica en su entrevista otros dos factores como la importancia del petróleo en la estrategia nazi y la falta de submarinos en el Atlántico, que hubieran podido cambiar el curso de la guerra. Todo para presentar su libro, Europa bajo los escombros, del que podéis leer su primer capítulo pinchando en ese enlace.
La teoría del bombardeo aéreo sobre civiles es del general italiano, Giulio Douhet, que afirmaba que con un bombardeo de 48 horas bastaba para que la población civil de una ciudad saliera despavorida. Ésta fue recogida por los teóricos de la guerra aérea británicos en el periodo de entreguerras, con la conclusión de que la Guerra Aérea contra civiles podía derrotar por sí sola a ún país enemigo, pero no fue efectiva en la Segunda Guerra Mundial. En realidad, no lo fue hasta los bombardeos de Iraq y Serbia en los años 90, ya que se necesita una conjunción de alta tecnología y poca capacidad de sacrificio de la población bombardeada -que se consigue con una elevación importante del nivel de vida- para que una campaña aérea funcione sin necesidad de invasión terrestre.
Fernando Paz también indica en su entrevista otros dos factores como la importancia del petróleo en la estrategia nazi y la falta de submarinos en el Atlántico, que hubieran podido cambiar el curso de la guerra. Todo para presentar su libro, Europa bajo los escombros, del que podéis leer su primer capítulo pinchando en ese enlace.
domingo, 13 de abril de 2008
Sun Tzu y 'El arte de la guerra'
En un blog sobre historia militar y filosofía de la guerra no podía faltar Sun Tzu, del que todos hablan como primer teórico de la función bélica. Por ello os dejo un enlace a su libro más famoso El arte de la guerra.
Los pensamientos de Sun Tzu (o Sun Zi en pimyin), se usan hoy en día para influenciar en toda clase de negocios y de actividades que requieran una gran planificación estratégica. En realidad el libro es un compendio de frases con evidente sentido común que no todos los generales de la historia han tenido en cuenta.
Sun Tzu es conservador, muy conservador. Afirma que no se debe atacar hasta que tengas todo bien preparado, pero también reitera que si lo tienes preparado y no atacas estás cometiendo un error de graves consecuencias. Uno de los consejos más importantes de Sun Tzú es el no iniciar guerras a lo loco sin un objetivo claro o alargarlas más de lo necesario: "Una victoria rápida es el principal objetivo de la guerra. Si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae. Si las tropas atacan ciudades, su fuerza se desgasta. Cuando un ejército se implica en una campaña prolongada, los recursos del estado disminuyen rápidamente. "
Sentido común ante todo. A algunos les disgustará el conservadurismo de Sun Tzu, a mí me recuerda al metódico mariscal Montgomery. Monty no era famoso por ser un atacante hábil y feroz como Rommel, pero preparaba tan bien sus ofensivas que solía ser imparable. Es cierto que sólo perdió una batalla en su vida precisamente por no haber preparado de forma adecuada la ofensiva y cuando le presionó la opinión pública tanto que al final hizo lo que no quería. El amigo Erwinn es el general alemán más recordado de toda la Segunda Guerra Mundial, y sacó petróleo de donde sólo había arena, pero al final perdió dos batallas y la vida. Gran táctico, pero peor estratega que Monty. Sin embargo, dos grandes lectores de Sun Tzu. Espero que os divierta el libro, es muy interesante.
Los pensamientos de Sun Tzu (o Sun Zi en pimyin), se usan hoy en día para influenciar en toda clase de negocios y de actividades que requieran una gran planificación estratégica. En realidad el libro es un compendio de frases con evidente sentido común que no todos los generales de la historia han tenido en cuenta.
Sun Tzu es conservador, muy conservador. Afirma que no se debe atacar hasta que tengas todo bien preparado, pero también reitera que si lo tienes preparado y no atacas estás cometiendo un error de graves consecuencias. Uno de los consejos más importantes de Sun Tzú es el no iniciar guerras a lo loco sin un objetivo claro o alargarlas más de lo necesario: "Una victoria rápida es el principal objetivo de la guerra. Si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae. Si las tropas atacan ciudades, su fuerza se desgasta. Cuando un ejército se implica en una campaña prolongada, los recursos del estado disminuyen rápidamente. "
Sentido común ante todo. A algunos les disgustará el conservadurismo de Sun Tzu, a mí me recuerda al metódico mariscal Montgomery. Monty no era famoso por ser un atacante hábil y feroz como Rommel, pero preparaba tan bien sus ofensivas que solía ser imparable. Es cierto que sólo perdió una batalla en su vida precisamente por no haber preparado de forma adecuada la ofensiva y cuando le presionó la opinión pública tanto que al final hizo lo que no quería. El amigo Erwinn es el general alemán más recordado de toda la Segunda Guerra Mundial, y sacó petróleo de donde sólo había arena, pero al final perdió dos batallas y la vida. Gran táctico, pero peor estratega que Monty. Sin embargo, dos grandes lectores de Sun Tzu. Espero que os divierta el libro, es muy interesante.
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