domingo, 10 de febrero de 2013

Hoy se cumplen 70 años de Krasny Bor (Rusia 1943), la última gran y terrible batalla del Ejército español



Fue hoy gracias a Arturo Pérez Reverte que me enteré de que era el septuagésimo aniversario de la batalla de Krasny Bor, considerada la última gran batalla librada por el Ejército español, aunque fuera bajo el paraguas de la 250.º Spanien Division de la Wehrmacht, llamada la División Azul. Parece que por mucho que queramos no nos podemos librar en estas últimas entradas de los guripas.

En el vídeo que abre la entrada podéis ver un resumen de la batalla contada por uno de sus protagonistas. Hace tiempo que pusimos el documental completo Galubaya Divisia del año 2001 en este blog. Atención especialmente a la canción del final. Escuchadla bien, porque es fantástica.

Pero vamos, por si queréis más información, existen cuatro películas sobre la División Azul si contamos este cameo de ella en la película 'Ispansi' en la que queda bien claro que más de uno que llama fascistas a los historiadores o divulgadores históricos por contar lo que pasó con los Guripas no está de acuerdo.



Así trataban los españoles a los españoles, fueran fascistas o rojos, en ese infierno helado que era la rusia ocupada por los nazis; y que luego vengan a decir algunos que hablan de democracia "de un solo lado" que eran unos monstruos los divisionarios. No, soldados españoles lejos de su patria. Da igual que fueran guerrilleros soviéticos o guripas. Soldados españoles. Algo tan especial que hasta los romanos les tenían un aprecio mayúsculo.

La historia de don Arturo y una recreación
Todo queda dicho en estos tuits que recojo de Arturo Pérez Reverte (que os aconsejo encarecidamente que leáis) y en esta recreación histórica de la batalla que os dejo en este vídeo. Justo debajo, tras la orden, podéis leer la versión de don Arturo.



¡No olviden cumplir la orden!
El relato de Arturo Pérez Reverte en Twitter sobre Krasny Bor - 10 Febrero 2013
Lola acaba de abrir el bar. Ya era hora, con el frío que hace afuera.

Hoy, después de leer diarios, elección: echar la pota para aliviar la náusea o refugiarme en la biblioteca. Me refugié en la biblioteca. Toqueteando libros, abro uno. Leo el nombre de Krasny Bor. Hoy se cumplen setenta años justos de aquello.

No se habla mucho de Krasny Bor, me parece. Y es lógico. Tropas españolas combatiendo junto a las de Hitler, en Rusia. La División Azul. Todos fachas malvados, supongo, es la impresión general. Encantados de ir a matar comunistas. Pero la realidad siempre es más compleja que los clichés.

Conocí a ex soldados de aquello. No todos fueron,ni mucho menos,a luchar contra el comunismo: Luis Ciges, Berlanga, fueron divisionarios. Eran tiempos de hambre,de necesidad, de urgencia por salvar la vida a un pariente preso por rojo o algo por el estilo. Miles de motivos. Muchos se alistaron para Rusia por devoción. Otros muchos se alistaron para Rusia por obligación. O como solución. Lo mismo que hoy tantos españoles se ven forzados a alistarse para otras cosas. Entre ellos, paradojas y urgencias de la vida, había también no pocos ex combatientes republicanos. En aquella inmediata y dura postguerra, la palabra "voluntario" resultaba muy elástica.

El caso es que allí fueron, a cuarenta grados bajo cero. A luchar en una guerra lejana y espantosa. Paisanos nuestros a pasar miseria. Paisanos nuestros pasando miseria fuera, en parte porque peor era la miseria aquí. No digan que no les suena. Es nuestra eterna historia.

Y el 10 de febrero de 1943 ocurrió lo de Krasny Bor.

Dos batallones españoles en la nieve,cerca de Leningrado.5.000 fulanos de Huelva,de Jaén, de Burgos, de Santander, de Bilbao, de Lérida.

En un frente de 5 kilómetros.

Imagínenlos.

Seis de la mañana y con un frío que partía las piedras. Acojonados unos, tarareando una coplilla otros. Esperando a que los calentaran. Y les fueron encima dos divisiones: 44.000 soldados rusos con 100 carros de combate y apoyados por un diluvio de artillería. Primero los machacaron con cañones y cohetes. Luego les echaron encima a la infantería.

Para entonces, uno de cada dos españoles estaba muerto o herido. Nadie fue a ayudarlos. Lucharon desesperados,sin retroceder, con la clásica mala leche de los españoles cuando les rebosa la mala leche. Lucharon a cara de perro, durante todo el día, vendiendo caro el pellejo. Rezando, unos. Ciscándose otros en el enemigo, en sus propios jefes, en Cristo y en la madre que lo parió.

La compañía Oroquieta, aniquilada. La compañía Palacios, casi. Las otras, diezmadas. Agrupándose como podían, para seguir peleando.

Inundados de rusos.

La compañía Losada pidió fuego artillero propio sobre su posición cuando los rusos entraron al cuerpo a cuerpo. Y lo obtuvo.

Del batallón de reserva (Lo llamaban "El coño de la Bernarda" porque todos recurrían a él)quedaron en pie 13 hombres, 5 de ellos heridos.

Ese día palmaron 1.125 españoles,1.036 heridos,91 desaparecidos, 300 cayeron prisioneros. Pero se llevaron por delante a 10.000 enemigos.

Y el frente, aunque maltrecho y hecho polvo, aguantó gracias a ellos.

Hasta Hitler los elogió: "Extraordinariamente valientes, duros para las privaciones y ferozmente indisciplinados", dijo. Fue el elogio de un perfectísimo hijo de puta. Pero reconozcamos que calcó el retrato. Al milímetro.

Krasny Bor, en fin. 70 años justos. Batalla políticamente incorrecta. Una guerra de invasión infame e injusta, y ellos del lado del malo. Históricamente, no puedo menos que alegrarme de que el bando al que defendían fuera derrotado al fin. No eran los nuestros, sin duda. Pero eran de aquí. Y hoy hace setenta años justos que lucharon. Desesperados. Como fieras. Imagino que, en mitad del fregado, las causas y las ideas ya eran lo de menos. Pelearon para matar y para vivir. O para morir matando.

Quienes nos gobiernan deberían prestar más atención a esas cosas. No a la batalla de Krasny Bor en sí misma,sino a la gente que la peleó. La Historia ha probado mil veces que no hay nada tan peligroso como un español acorralado.

P.S: Bueno, pues yo ya me he quitado el frío por hoy. Sigan ustedes mismos. Fue un placer, como siempre. Gracias por estar ahí. Les dejo pagadas unas copas con Lola. Hoy, vodka gratis.

(Y tuitea tres artículos que deberíais leer también: La colilla en la boca, La bandera de Annecy y Una foto analgésica, los dos últimos de los republicanos españoles en Francia, de los que también hablamos aquí la semana pasada en nuestro documental del domingo sobre los españoles que liberaron París en 1944).

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